¿Calificaciones, nota, opiniones?
Sí. En algunas plataformas; principalmente Google y Tripadvisor, nos han dado malas calificaciones. Que nuestro inventario es viejo, que no tenemos atención personalizada, que no cumplimos con las reservas, que no está limpio, que hay bichos, que no respondemos a requerimientos y que el servicio es malo, entre otras cosas y malpesares.
Hemos asumido todos los comentarios y cada una de las criticas y requerimientos. Hemos devuelto cada peso mal cobrado. Hemos pedido disculpas y recompensado las molestias de quienes se sintieron afectados.
Lo dejamos claro y manifiesto: hemos solucionado todas las criticas. Hemos personalizado la recepción, mejorado el inventario. reparado los problemas de gasfitería y renovado la utilería de cada cabaña y el entorno. Nos hemos superado en todos y cada uno de los aspectos criticados.
Lamentablemente, eso no se puede leer de forma explícita en los portales que profitan con sus críticas. Respecto a las tinajas, cumplimos con entregarlas a una temperatura de baño, sí. No podemos extralimitar la temperatura por un tema de seguridad. Los baños calientes no se recomiendan para embarazadas ni personas con problemas cardiovasculares. Cada crítica – constructiva – nos hace cada vez mejores. Que no quepa duda al respecto.
Por otra parte, hemos guardado silencio frente a opiniones que, por decoro, no nos corresponde responder, algunas personas no han sido justas en sus evaluaciones, dejándose llevar por estados de ánimo sin asumir las consecuencias de sus opiniones. y por nuestra parte hemos asumido costos y perjuicios sin chistar.
Las malas calificaciones y opiniones no son una mala nota
Pero las matemáticas son absolutas. Menos de un 0.1% de las opiniones vertidas en Google y Tripadvisor – al contrario de Facebook, Instagram u otras plataformas son negativas y difamadoras – como lo es el caso de Tripadvisor. Plataforma a la que no nos hemos suscrito, y que de todas formas, permite que sus usuarios, que no han comprobado ser pasajeros a nuestras cabañas, desahoguen sus opiniones en sus páginas.
En definitiva, este darwinismo mercantilista basado en el anonimato de un nic, bots u otros avatares informáticos, no puede representar la realidad absoluta, dado que fueron creados con fines comerciales por aplicaciones extranjeras, las que no podrán nunca tomar en consideración aspectos subjetivos; estados de ánimo personal, pautas de conducta culturales, u otros, imposibles de definir por un algoritmo de evaluación colectiva, apelando al matonaje y a la mentalidad de cardumen de los consumidores.
Su libertad empieza donde termina la nuestra
Si viene a nuestras cabañas, nada le impide calificarnos y evaluar nuestro servicio. Usted tiene la libertad – mercantilista – de opinar lo que quiera y como quiera. Por nuestra parte, nosotros también tenemos la posibilidad de verificar, cuestionar, responder y evaluar su opinión de manera que toda crítica, por muy mala que sea, nos hace mejorar el servicio cada vez que alguien se da el trabajo de difamarnos. O evaluar nuestro servicio de manera visceral o bien elogiarnos con estrellas y otras formas de expresión en línea.